jueves, 5 de noviembre de 2009

Lima, revolución culinaria:


Demás es sabido, que hoy en día Lima, la tres veces coronada, la ciudad de los reyes, entre otros adjetivos, se está volviendo una de las capitales de la gastronomía mundial, y es que la gran fusión de diversas culturas, a su vez generan una adecuada fusión de sabores y sazones, que sin duda han llevado a nuestra cocina a convertirse en el estandarte de nuestro orgullo.
La historia de la cocina en Lima es amplia, y un solo artículo no explicaría la mixtura de sus sabores y colores, pero si darnos un enfoque de porque tanta variedad, y eso es lo que precisamos hacer. Debemos recordar, que el territorio peruano es uno de los más diversos en flora y fauna de todo el planeta, por lo cual los insumos, para elaborar los deliciosos potajes peruanos son abundantes, y permiten, que el territorio y la capital crezcan como país y ciudad respectivamente.
Obviamente, la tradición de la comida limeña, no puede atribuirse netamente a Lima misma, pues se requieren de varios productos de provincia, para la elaboración de diversos platos, también no se le puede restar para nada, el crédito a los africanos, que llegaron al Perú en la lamentable calidad de esclavos, pues sin sus colaboraciones no podríamos hablar de dulces y platos, que son el orgullo de la ciudad, la delicia de los limeños, y el asombro de los foráneos.
Para mencionar la historia de algunos platos limeños, pues básicamente debemos entender, que España al ser conquistadora del Perú y América venía de un proceso de reconquista, por lo cual no tenía claro, su concepto de nación, porque mezclaba elementos europeos con elementos árabes, ya que estos habían sometido el territorio hispano, por más de cinco siglos, es por ello que tenemos gran influencia mora en nuestra comida, pues según los entendidos, la comida limeña, al igual que la árabe lleva gran cantidad de condimentos, y para ser asimilada requiere variedad de bebidas frías, que hacen más suculenta nuestra sazón.
Uno de los dulces más conocidos en Lima y en todo el Perú, es la mazamorra y su nombre viene de dos términos hispanos: Masa y mora, es decir, que se refiere a una masa elaborada por los moros, ya que entre los árabes es muy conocido, su gusto por este tipo de dulces elaborados con maicena, acompañado del néctar de una fruta.
En nuestro caso, se aprovechó genialmente la riqueza de un producto netamente peruano y costeño, como es el maíz morado, que le da un sabor incomparable a la mazamorra, siendo en la actualidad mezclado con otro dulce también limeño: El arroz con leche, elaborado a base de leche tibia y arrocillo con chancaca, formando ambos el famoso clásico llamado así por la similitud de los colores de los dulces, con las camisetas de los clubes de fútbol más famosos de la capital: Universitario de Deportes y Alianza Lima.
Si hablamos de la diversidad de comidas en Lima, debemos hacer mención, a la migración provincia a Lima, la cual motivo mayor variedad en los mercados, y nuevos platos a la ciudad, resaltando ahora: La famosa papá con huevo, que se vende a módicos precios, en casi cualquier punto de la capital y cuyo mayor atractivo es, la variedad de salsas que acompañan al platillo, dignas de los paladares más finos y recatados.
Otro punto, que no se puede dejar de lado al visitar la capital, es la gran variedad de comida china en el país, y es que después de su llegada como ayudantes en las excavaciones guaneras, los chinos desarrollaron con los ingredientes peruanos, excelentes platos naciendo en el Perú un plato bandera de los llamados chifas, (nombre de los restaurantes de comida china en Perú), es decir el famoso arroz chaufa, el cual se elaboraba con las sobras de lo que quedaba de la mesa, siendo uno de los platos más diversos, ya que se puede elaborar con diversas carnes sin perder su esencia.
Finalmente, debemos terminar con algo especial, es decir los platos que se suelen comer en fechas religiosas, como el famosísimo turrón de doña Pepa, que sin duda es uno de los representantes más grandes de la fusión culinaria, y también es sinónimo de la gloriosa procesión del Señor de los Milagros, ya que se cuenta que fue doña Pepa, una negra con ciertos problemas físicos, que rogó al Cristo de Pachacamilla por un milagro, y al ser curada decidió dar en agradecimiento, un plato que identificará la fiesta de su salvador, es así que en base a miel de chancaca, manteca y confites, que nace el turrón de doña Pepa, que hoy en día es exportado en grandes cantidades por su incomparable sabor y dulzura.
Para culminar, se deben mencionar platos que son símbolos de la capital, como el legendario ají de gallina, o una causa a la limeña, plato basado en papas prensadas condimentadas con pimienta, y servidas con mayonesa. También resalta el lomo saltado, que sin duda es sinónimo de fusión peruana y china, ya que se cocina, con el tipo de cocción en wok chino, acompañado de los deliciosos condimentos peruanos, que hacen de este plato una delicia, para los que lo prueban siendo popular en los restaurantes estándar, como en los de comida china.
Sin lugar a dudas, nos encontramos en una época en la cual valoramos más nuestra comida, y por ende nuestros recursos, ya que son base de su elaboración, la buena comida y el buen comer es sinónimo de Lima, y quienes pueden dar fe de esta afirmación son los miles de visitantes, que recibe la ciudad al año, y que quedan asombrados ante tanta diversidad, que solo una ciudad que es capital de un país, el cual alberga tantas culturas puede ofrecer.

El Señor de los Milagros: Su gran milagro, unificar una ciudad.






Sin lugar a dudas, lo mejor que nos pudo haber dejado la colonización española, fue la fusión cultural, la cual se dio entre la cultura nativa y la forastera, siendo en este caso, el término forastero bien empleado, pues no solamente fueron españoles los que llegaron a suelo peruano, sino también japoneses, chinos y africanos por mencionar a algunos, que han hecho del Perú y de Lima una de las ciudades con mayor diversidad cultural del planeta.
Se habla mucho de que Lima es una ciudad cosmopolita, a lo que algunos añaden que no tiene una identidad propia, y que se divide cuando hay un partido de fútbol entre Universitario y el Alianza Lima, pero ningún limeño que se jacte de serlo puede negar, que alguna vez ha visto a las sagradas andas del Señor de los Milagros en procesión, aquellas procesiones largas repletas de personajes dignos de una pintura de Goya por lo real y no actuado de sus acciones, con lo que con total seguridad se puede afirmar, que Lima entera y porque no el Perú entero, se unifica bajo la influencia del llamado Cristo Morado.
Para remontarnos a su creación, debemos ubicarnos en el contexto de una colonización en plena efervescencia, tras las sangrientas guerras civiles y las rebeliones indígenas. Algunos necesitaban creer en algo ya que el clima era insostenible, por un lado el poder central no se establecía del todo, con peleas dentro de su propio núcleo, rebeliones indígenas, y a su vez barcos piratas amenazando la ciudad haciendo de Lima, uno de los lugares menos seguros del mundo, por lo tanto el nacimiento de una tradición religiosa era inminente.
Bajo este contexto, una vez pasado todo clima adverso, se empezó a producir enormemente en la ciudad, y es así que la esclavitud se volvió una cruel realidad, previamente debemos saber que los esclavos africanos eran traídos por comerciantes portugueses, y que sus procedencias eran diversas: Congos, Mantengas, Bozales, Cambundas, Misangas, Mozambiques, Terranovas, Carabalíes, Lúcumos, Minas y Angolas, habitaban la ciudad siendo tratados de una manera inhumana, refugiándose algunos en alejadas partes de la aún pequeña ciudad.
Fue en el barrio de Pachacamilla, que actualmente cruza la avenida Tacna, donde también se ubica el templo del Señor de los Milagros, que un Angola pintó a Cristo en la cruz, pero un Cristo de características especiales, este Cristo no era blanco y de cabellos castaños, como los que se exhibían en las iglesias bajo un concepto claramente renacentista, pues mostraban a un Cristo de características griegas más que palestinas, sino que era un Cristo moreno y ante el, cientos de Angolas se inclinaban y también venían algunos indios a adorar la imagen, pero se debe tener una clara idea de esto. Para inicios del siglo XVI el Catolicismo, no estaba del todo arraigado entre indios y esclavos, y es más que evidente saber, que al adorar a esa pared de adobe, se adoraba a algún ídolo africano para los Angolas y lo que fue un templo a Pachacámac para los indígenas, pero sea lo que fuese la imagen tuvo gran popularidad, que llegó a los oídos del virrey, quien no estaba dispuesto a tolerar muestras de herejía, obviamente este discurso era una máscara ante su temor que indígenas y negros formaran una alianza, que pusiera en peligro el establecimiento de la colonia más rica y productiva de España en América.
Pero, tras su intento fallido de borrar la imagen, no tuvo más que ceder ante la presión popular. Cabe resaltar, que para ese entonces ya había sucedido el terremoto de 1655, el cual destruyó casi toda la ciudad dejando en pie a la sagrada imagen de adobe, santa representación, que también quedo ilesa, tras el maremoto de octubre de 1687 que destruyó el Callao y la mitad de Lima, siendo de inmediato ordenada la creación de una réplica en oleó de la imagen, para que recorriera la ciudad, y protegiera a sus habitantes. Quedando dispuesto como días de salida los 18 y 19 de Octubre, fechas que hasta el día de hoy se respetan, como días centrales de la fiesta del Cristo Moreno.
Conforme pasaron los años, la procesión y el culto al Señor de los Milagros se fue popularizando en todo el virreinato, llegando gente de lugares tan lejanos , como México a rendirle homenaje, ya que su fama de conceder milagros se iba extendiendo a pasos agigantados. Se debe tener en cuenta que fue un laico, llamado Antonio León, quien construyó un pequeño altar en torno a la imagen. Acción, que fue seguida por la del cuarto mayordomo de la imagen Sebastián de Antuñano y Rivas, quien compró los terrenos aledaños a lo que es hoy el convento de las Nazarenas, y construyó el primer templo, que sufrió graves daños tras los terremotos mencionados. Finalmente fue el virrey Amat, quien mandó a construir el templo actual, que ha resistido las furias de la naturaleza en reiteradas ocasiones, quedando milagrosamente de pie.
Es así, que el Señor de los Milagros cumple su gran milagro, muy aparte de cumplir las peticiones de sus miles de devotos, ha logrado algo impensable y lo sigue haciendo, pues más que un símbolo religioso, es un patrimonio cultural, ya que es impresionante los tipos de realidades, que se pueden observar en una procesión, desde su creación unificando a indígenas y negros, hasta los días de hoy, donde se pueden ver a personas de bajísimos recursos alternando con la llamada clase alta limeña, algo que solo bajo la imagen del Cristo moreno se puede lograr. Si bien se dice que fue un flanco de adoración de indígenas y negros, para asolapar sus antiguas creencias. Firmemente se puede establecer, que fue un regalo del cielo, el cual tenía un claro mensaje, el de unificar a las razas en una sola, en un solo país, en un solo sentimiento, y pues cada año en Octubre, se puede decir que lo que se cree una utopía se vuelve realidad, entre el morado de la fiesta del Cristo de Pachacamilla.


La Casa de la Literatura: papeles que guardan la historia.








La literatura en el Perú, ha ido evolucionado conforme pasan los tiempos, muy aparte de la vieja encrucijada, que se hacen los estudiosos, entre si la literatura debe considerarse peruana desde la llegada de los españoles, o tomar también como misma, a los relatos comunales pre-hispánicos, que gracias al aporte de la escritura por los europeos pudo ser plasmada. Se debe tener en cuenta, que el Perú ha sido, es y será cuna de grandes exponentes de la literatura, ya no solamente latinoamericana, sino mundial.
Bajo este precepto, se ha inaugurado la Casa de la Literatura Peruana, en lo que era una antigua estación de trenes para el centro, aprovechándose la amplitud del local, y la cercanía a palacio de gobierno (se encuentra a media cuadra), por lo cual la seguridad está garantizada, y sin duda más de uno gustará dar una vuelta, para ver que alberga este remodelado edificio, pues en este artículos podemos adelantar algo...
Ubicada como mencionábamos, en lo que fue la estación ferroviaria Desamparados, que tenía destino a la zona centro del país. La Casa de la Cultura funciona principalmente en dos áreas: La infantil y la adulta, es decir separan un estilo del otro, lo cual es totalmente conveniente, resaltando la sala infantil, donde se pueden ver enmarcados los rostros de los grandes escritores de literatura para niños, como por ejemplo: Carlota Núñez de Carvallo, además de tener un espacio muy colorido, donde los pequeños pueden leer e interactuar entre ellos.
Pero, no solo los literatos y aficionados serán beneficiados, ya que existe un amplio lugar, donde las editoriales pueden dedicarse a vender obras de autores peruanos, lo cual sin duda es algo muy importante, ya que se fomenta de esta forma la industria editorial en nuestro país.
Lo más resaltante es el rincón de literatura viva, donde se pueden ver grandes obras, perteneciente a los más grandes escritores de la historia de la literatura peruana, como: Garcilaso de la Vega, Clorinda Matto, Julio Ramón Ribeyro, Ricardo Palma, entre otros grandes de la pluma nacional, que han hecho crecer la fama del Perú, como cuna de grandes literatos.
También se debe mencionar, que existen las llamadas salas permanentes, donde se puede apreciar la vida y obra de los grandes escritores peruanos a través del tiempo y género. Es decir: Ricardo Palma: Romanticismo, por citar uno de los más importantes exponentes, que nuestro país y ciudad albergó.
También, se podrán apreciar funciones de cuentacuentos, que refuerzan el conocimiento de la población, y que además incentivarán la lectura en los pequeños. Se harán recorridos turísticos especiales, con lo cual el extranjero podrá saber, que en nuestro país se escribe y se escribe bien. Finalmente y para darle un final feliz a la historia: La entrada es gratis.

Letras sobre Lima:




Remontarnos a las primeras palabras plasmadas en papel, que hablen sobre Lima sería motivo para rememorar a los cronistas, hombres que llegaron junto a los conquistadores, para describir las actividades de los mismos, e informarlas al rey de España. Desde ese punto de vista, podríamos incluir a Garcilaso de la Vega o a Huamán Poma de Ayala, como los primeros escritores limeños, pero con la gran consideración, que ellos no hablaban de Lima, sino que solamente se referían a argumentar acontecimientos generales, entre los cuales, se puede resaltar por ejemplo: La elección de Lima, como capital y su fundación, por lo cual se les debe tomar, como pioneros de una literatura limeña, o en todo caso antecedentes.
Después de la Colonia, la literatura netamente limeña, puede ser descrita como españolizada en muchos casos, teniendo el ejemplo de Felipe Pardo y Aliaga y Manuel Ascencio Segura, escritores pre-republicanos, que tenían una clara influencia del llamado afrancesado Leandro Fernández de Moratín, aquel que el 2 de mayo, mientras Murat atacaba a toda la población de Madrid, Moratín prefería refugiarse en su casa, lo que sería un estigma que no podría borrarse.
Posteriormente a esto, se debe resaltar la misión de un hombre, que hizo posible que hoy tengamos datos sobre los acontecimientos pasados, tradiciones y en general la cultura de una ciudad y de una nación. Este hombre fue Ricardo Palma, quien recopiló muchas tradiciones coloniales, muchas de ellas hablaban de Lima, enfocándose Palma, en encontrar el pasado de una ciudad que aún no tenía identidad, que se debatía entre la colonia y la república, ante esto Palma planteó un panorama diferente, identificándose como un peruanista de corazón, siendo ejemplar el esfuerzo, que realizó, para recuperar la Biblioteca Nacional, que fue dejada en andrajos, tras la invasión chilena.
Pero, si debemos encajar un término netamente limeño, y que este vinculado a la literatura, pues debemos citar a Abraham Valdelomar, que pese a no haber nacido en Lima, y escribir poco sobre la ciudad, logró acuñar una frase, que resumiría toda la realidad de su época: “El Perú es Lima, Lima es el Jirón de la Unión, el Jirón de la Unión es el Paláis Concert y el Palais Concert soy yo”, sin duda una frase que resumía el concepto, que se tenía de la capital, en ese entonces. Lima era el centro del Perú y nadie dudaba eso, además se expresa de Lima, como una ciudad tradicionalista y enfocada netamente a los alrededores del centro de la ciudad.
Después de Valdelomar, empezaría a hablarse de Lima, como un mundo aparte del Perú, es decir un lugar diferente, pues era una realidad diferente a la que se vivía en provincias, resaltando notablemente la figura de una generación: La llamada generación del 50, de escritores, que hablaban sobre Lima, sobre el problema social que afrontaba, tras una gigantesca migración provinciana a la ciudad, migración, que no es otra cosa que una industrialización tardía, como sucedió en Europa, pero obviamente tuvimos un siglo de retraso.
De esta generación, resalta un personaje en particular, un hombre parco y delgado, nos referimos a Julio Ramón Ribeyro, quien limeño de nacimiento y proveniente de una familia acomodada, escribe sobre una Lima cambiante, que no sale de su asombro, como un boxeador que es noqueado en el primer asalto, es decir una ciudad, que cambia rápidamente de ser una Lima tradicionalista a convertirse en un ciudad cosmopolita. También describe, como los ocasionantes de este cambio, los migrantes provincianos buscan una oportunidad, la cual tendrán que buscar desde abajo, para llegar a la cima..
En la generación del 50, destaca también un escritor, que habla de una Lima delincuencial, pero que también anhela un mejor futuro, su obra más resaltada es “En Octubre no hay milagros”, y hablamos de Oswaldo Reynoso, un escritor que acuña bastantes limeñismos, por así darle nombre, a las jergas, que expresan la realidad, de una sociedad decadente, que busca salir del hoyo, en base a trabajo, dejando un claro mensaje de esperanza.
Finalmente, podemos mencionar a Óscar Malca, actual director de la revista Somos, quien en su obra “Ciudad de M”, nos plantea la historia de un joven limeño, y de una Lima, que tiene un panorama ya elaborado, con cambios fijos y con una sociedad ya no tradicionalista , que abre sus ojos ante el mundo. Es decir una nueva Lima, que es consciente de sus falencias y virtudes, que busca un objetivo, el cual es prevalecer, siendo las letras una gran arma, para lograr esta misión.

lunes, 2 de noviembre de 2009

Lima ciudad de los reyes y de santos y no tan santos.













El señor Torres mira el panorama que tiene enfrente, es primero de Noviembre, día de todos los santos o de los muertos como también se le conoce.
Rápidamente se pone presto para el trabajo, el es guardián del Cementerio El Ángel hace más de cuarenta años, y tiene cincuenta y cinco. Conoce muy bien a los dueños de los mausoleos, e incluso ha estado presente en el entierro de los que alguna vez vio comprar el terreno, en el que edificarían su última morada. Sobre su cuello cuelga un crucifijo y cuando le preguntan si es para protegerse de los muertos, el simplemente sonríe y afirma que prácticamente ellos se lo han regalado.
Quizás su afirmación sea cierta, ya que el cuenta que se encontró el crucifijo en una de las tumbas y que lo lleva desde aquel día, como a su vez expone que los muertos no son peligrosos, y añade que lo que verdaderamente le asusta es la maldad de ciertas personas, también cuenta que el trabajo que desempeña es un trabajo familiar, ya que su padre fue guardián de ciertos mausoleos, a la vez que su hijo ya se desempeña en la venta de flores, por lo que podría decirse que la familia Torres vive rodeada de la muerte.
Lima como toda ciudad enorme crece constantemente, y al crecer en población incrementa logicamente su tasa de muertes, por lo cual se debe tener en claro, que el primero de Noviembre no es cualquier día, sino que es el día donde más personas se pueden reunir a visitar al ser querido que ya no se encuentra en este mundo, y como Lima es una ciudad cosmopolita, pues simplemente se debe tener en cuenta que las costumbre de rememorar al ser querido es variable, dependiendo de la procedencia y raíces del fallecido.
Es así que toda la avenida Ancash, también conocida como Cementerio cada año en el primer día de Noviembre se llena de cientos de vendedores de comida, bebidas, juegos y hasta artículos de limpieza, lo cual habla mucho de la diversidad de nuestra gente, otro aspecto importante, que se debe resaltar, es que este día es la clara demostración que afirma la Peruanización de nuestra ciudad, refiriéndome a la venta de los panes dulces ayacuchanos conocidos como wawa, la venta de caldo de cabeza de cordero, cuy frito o una deliciosa pachamanca, que no son platos netamente limeños, pero que se han adaptado con facilidad.
Ya dentro del cementerio se puede ver la enorme cruz, que todo Cementerio tiene para poder rezar y colocar flores, si es que se tiene un familiar enterrado en otro camposanto, cruz que parece un símil del muro de los lamentos, ya que no son pocos los que se arrodillan y lloran ante la cruz extrañando claramente al pariente fallecido.
Las orquestas, que llevan música a delivery a los nichos y mausoleos, no se hacen esperar, y las hay de diversos géneros, para los que en vida fueron amantes de las rancheras, huaynos o cumbias, por solo cinco soles tienen música para su prolongado descanso...
Cerca del Cementerio en los Barrios Altos, salen las andas de San Judas Tadeo, quizás por estos días el santo más solicitado por la población, ya que es conocido como patrón de los imposibles, y además santo del trabajo, sustantivo que muchos piden a gritos, ante ciertas incompetencias del gobierno. San Judas sale magnífico , y su vez a veinte minutos de distancia se encuentra el Señor de los Milagros, para despedirse de sus fieles devotos, que como canta su himno han acudido en procesión a esperar su bendición.
En el Cementerio, el asunto va tomando cuerpo, muchos familiares se aglomeran frente a la tumba del ser perdido, se ven cajas de cerveza, botellas de ron o de chicha en algunos casos. Los comerciantes ambulantes logran burlar el cerco policial y entran al Cementerio a vender sus productos, por lo cual no es raro ver a algunos chicos llevando la cerveza a pedido a algún pabellón en particular. Increíble.
El señor Torres, no se inmuta y responde, que todos los años es lo mismo, y que para el Noviembre es su Agosto también. Rápidamente podemos saber porque, es el día donde ve a sus clientes en conjunto, así que más por bien que mal consigue cobrar por lo menos la mitad de sus servicios prestados.
Las personas se siguen reuniendo, aunque ya anochece, se venden dulces y café para calmar el sueño. De antemano se sabe que la celebración por los muertos y los santos durará hasta el día siguiente, y es que nuestra ciudad se regocija en sus tradiciones, y el incumplirlas es sinónimo de falta de identidad, lo cual habla muy bien de un tradicionalismo limeño.
Finalmente se debe resaltar la seguridad que se le dá a este evento, que de ser mayor podría reunir gran cantidad de turistas el próximo año, ya que como es sabido con publicidad y precaución todo es realizable.
Ante esto, el señor Torres se frota las manos y practica algunos verbos en inglés, le escuchamos decir: Big Big Money. Y si señor Torres, nadie más que usted se lo merece, paciencia amigo que quizás el próximo año sea mucho mejor.




Lima: Último día de la gran semana desde otra perspectiva.


¿Cómo verá un perro la ciudad de Lima?.¿Sabrá de su existencia o tendrá conciencia que vive en unas de las ciudades de mayor desarrollo de Latinoamérica?. Esto no lo podemos saber, o bueno quizás si, cuando al mover sus colitas puedan expresar la felicidad de vivir en nuestra Lima.
Bajo este concepto, se realizó una de las últimas actividades de la Gran Semana de Lima, un concurso canino en el parque de la exposición, organizado por el Kennel Club del Perú, la institución encargada de ver los estándares de las razas caninas en el Perú y en todo el mundo.
Pero este concurso tuvo un particular estilo, que debe ser resaltado. Generalmente el Kennel Club, como mencionábamos se encarga de evaluar los criterios de todas las razas conocidas en el mundo, pero en Lima y en el Perú no todos tienen perros “de raza”, es por eso que este año se tuvo la brillante y aplaudible idea de romper prejuicios tontos, y calificar a los perros por sus habilidades y carisma, sin importar la raza de procedencia, la forma, o colores. Fue un concurso de integración canina, que sirvió para demostrar, como también entre los canes existe una fusión de culturas, ya que según averiguamos al principio de la Colonia, solo existían mastines, galgos y los ya conocidos por todos. Los populares perros peruanos.
Pero conforme fue pasando el tiempo, cada cultura que llegaba a Lima y al Perú, fue trayendo consigo a diferentes tipos de perro, de todas las razas posibles, es así que podemos decir que en el mundo canino, también existe la integración y la fusión cultural. Increíble, pero cierto.
El concurso empezó a las diez de la mañana, contando con la presencia de jueces internacionales, pertenecientes a otros clubes del mundo, los cuales evaluaron las cualidades mencionadas, y lo que más les impresionó fue la gran variedad de perros mestizos que existen en la ciudad, un símil perfecto de la ciudad en la que viven, y que hoy nos llena de orgullo, viendo como crece a pasos agigantados.
Finalmente, los ganadores fueron todos los canes, pero debemos precisar que muchos de estos perros tenían potencial, para convertirse en audaces perros policía, noble caballeros caninos que ayudan a controlar el orden de la ciudad. Después del a presentación canina se presentaron los llamados robocops, que no son nada más, que una nueva división de la Policía encargada de los motines y desalojos dentro de la ciudad.
Fue así que terminado el concurso canino, que repartió grandes premios entre los ganadores, que se dió inicio a la exhibición de los robocops, que como mencionábamos fueron concebidos con la idea de colaborar, aún más en la protección de la ciudad y de los propios efectivos policiales, causando gran y buena impresión en el público presente.
Se les llama así, porque tienen gran parecido con el personaje de la película Robocop, y es que tienen una armadura de plástico con una ligera protección antibalas, lo cual brinda al efectivo mayor seguridad, a palabras de los propios agentes. Otro punto a favor y lo cual fue muy aplaudido por el público, fue el que también se les da la protección a los perros de la Policía, lo que sin duda fue muy simpático de ver, y a la vez hizo sentir mayor seguridad a la población, que suele quejarse de la llamada inseguridad ciudadana.
Como se debe recordar, Lima es una ciudad en constante crecimiento, pero que ciertas veces sufre de algunos exabruptos, causados por algunos gremios o sindicatos, quienes no toman en importancia el crecimiento de la misma, ni el daño que causan a la ciudad con sus manifestaciones, por lo cual para poder desalojarlos con mayor facilidad, se estableció la creación de esta unidad que ayudará a dar una mejor imagen a la ciudad. Que se les respete y aplauda.
Finalmente, como dice la canción de Héctor Lavoe, todo tiene su final, y lo mismo pasó con la edición 2009 de la Gran Semana de Lima , que cerró con broche de oro con grandes exposiciones, y la mejor de todas fue elegida por decisión popular, y la exhibición elegida fue la llamada, "La foto salió movida", actividad que tenía como objetivo dar al público, la visión de la ciudad, que tiene la estatua de San Martín desde su ventajosa posición.
La vista de nuestra ciudad, desde la posición del libertador es simplemente hermosa, y no cabe duda que año por año, mientras se siga repitiendo este tipo de actividades, todo irá en constante crecimiento, lo cual esperamos. Quizás algún día cuando subamos al podio del libertador, se pueda ver una ciudad en orden, más integrada y con todas las herramientas que harían que sea la primera ciudad del mundo, lo esperamos de corazón, al igual que esperamos el próximo año una nueva edición de la Gran Semana de Lima, y la serie de actividades que en ella se desarrollan, sin duda un punto a favor para la Municipalidad y todos los auspiciadores, que organizaron estas actividades, con el objetivo de lograr ser una de las mejores ciudades del mundo. Así sea.

Lima: Música y descuentos increíbles en los últimos días de la Gran Semana.


Lima, es aquella de esas ciudades que encarnan misticismo, y que tienen todo lo necesario, para ser una gran urbe, como las más grandes e importantes del mundo, no cabe duda, y como tal tiene una gran variedad de culturas, ya que es harto conocido, que mientras más culturas confluyan dentro de determinado espacio, mayor diversidad cultural y de pensamiento se tendrá, con lo que se logra construir una gran ciudad y cultura propia, un gran ejemplo es el de la ciudad de New York, donde música, cocina, idiomas entre otros rasgos culturales, forman parte de una sola cultura, que hace que se la llame la capital del mundo.
En nuestra ciudad el arte y la cultura, tienen diversos orígenes e influencias, partiendo desde las dos ramas principales, las cuales son la hispana y la autóctona, a las que se le agregan las diferentes costumbres, de los pueblos que han ido llegando a nuestras tierras ,y en particular a la capital. Italianos, alemanes, japoneses, chinos, entre otros han formado y cooperan con el desarrollo de la ciudad.
Si bien hoy en día, se aprecian grandes fusiones de todas las culturas que ocupan el país, se debe decir que en lo musical y artístico estamos viviendo una etapa de chichamanía, que puede describirse, como la evolución de la llamada cultura de la informalidad, que nació con la gran migración provinciana, que al principio fue mal vista, pero que hoy en día es gestora de gran parte de los ingresos de Lima y del Perú.
Es así, que en el marco de los últimos días de la semana de Lima, se realizó un concierto sorpresa en la Plaza de Armas, como víspera a lo que sería el día de la canción criolla, concierto que tuvo como principal atracción, al llamado mano a mano entre el Grupo 5 y Los hermanos Yaipén, ya que ambos grupos son la actual sensación de una Lima cambiante, al ser ambas bandas provenientes del norte del país, pero que han tenido un éxito repentino y bien respaldado por la población de los llamados conos. Sin embargo no solo se han quedado en provincia, ya que se han expandido y en toda la capital se les escucha, y hoy por hoy son representantes de la cultura popular limeña y peruana.
El concierto fue muy atractivo, ya que estos dos grupos son familiares, ya que vienen de un mismo antepasado, por lo cual los directores son familiares de primer grado y tenerlos en un mismo concierto, despertó la curiosidad de miles de fanáticos, quienes corearon las canciones de sus ídolos y se mantuvieron hasta altas horas de la noche, bailando y celebrando que la ciudad de Lima se encuentra en crecimiento, algo que se respalda, y que además de crecer, se encuentra incorporandoo más culturas, lo cual es sin duda algo resaltable del todo.
Después de este concierto, en el día de la canción criolla, y también el llamado Halloween anglosajón, que pasado ya cierto tiempo, se ha consolidado en la ciudad demostrando, que somos una ciudad totalmente adaptable a cualquier tipo de tradición, sea foránea o local. La gente de Lima es muy amable, y no desestima ningún aporte cultural.
Bajo este precepto, se realizó la llamada semana del descuento, dentro de la Gran Semana, y es que varias tiendas decidieron hacer descuentos especiales, para promocionar la producción nacional y limeña en general, resaltando la tienda llamada la Quinta, que vende ropa para exportación a precios de producción, y que está vez aprovechó, que muchos niños deseaban un disfraz adecuado para la llamada noche de brujas, por lo cual vendieron disfraces a bajo precio para todas las tallas y edades, lo cual fue muy bien recibido por los más pequeños de la casa.
Otra tienda, que también participó en los descuentos deñl Jirón de la Unión , fue la tienda la Fábrica, que tiene como especialidad, la fabricación de pantalones de buena calidad a muy buen precio, lo que atrae a la clientela, que dichosa acudió a la tienda para la adquisición de los mismos, ya que se encontraban con un descuento de hasta el cincuenta por ciento, motivo que animó al público a valorar la producción local, apoyar a la creación de puestos de trabajo y dar a resaltar, lo que una ciudad como Lima puede ofrecer.
Finalmente, se debe resaltar que los descuentos fueron efectivos durante La Semana en general, pero que el sábado treinta y uno, las tiendas decidieron tirar la casa por la ventana, haciendo grandes remates, que atrajeron a una mayor cantidad de público, lo cual según los trabajadores no se veía hace mucho tiempo, y les alegraba a sobremanera.
Es así que una ciudad como Lima ofrece una gran variedad cultural, además debemos resaltar siempre, que somos una de las ciudades con menor costo de vida del continente y del mundo, dato impotantísimo, que es conocido por los turistas que acuden a nuestra ciudad, que ven en Lima, diversión y seguridad a bajo costo.


La Gran Semana de Lima



Quien haya nacido en Lima, y viviera toda su vida en esta ciudad, como el que escribe estas líneas, puede dar fe de un cambio en la identidad de la ciudad, aún pasan por mi mente los recuerdos de una avenida Abancay congestionadísima, y de un Parque Universitario, que para los noventa era tierra de nadie, y si a alguien se le debe dar el crédito de el cambio que hoy observamos, que se ve reflejado en el turismo en la capital: Es al ya desaparecido Alberto Andrade, que fuera de diferencias políticas se mostraba como un hombre integro por su ciudad, algo que se le agradecerá y reconocerá por siempre, y en particular, para empezar con la crónica de los días miércoles y jueves de la Gran Semana de Lima, debo rememorar al “Gordito Criollón”, ya que recuerdo claramente que en su gestión, sino se instaló se hizo común ver a los agentes de serenazgo, acompañados de enormes perros, que protegían a los ciudadanos ante cualquier eventualidad.
Es así, que en el marco de la Gran Semana de Lima, en el parque de la Exposición, que el mismo Andrade remodeló, que se llevó a cabo una demostración de la policía canina, la cual contó con gran afluencia de público, y sobretodo de niños que felices veían a los perros entrenados hacer maromas en el aire, cuales danzantes encantados a la orden de sus amos, los policías encargados de hacer respetar la ley, en una ciudad de enorme crecimiento como es Lima.
Conversando con uno de los entrenadores, pudimos saber que desde cachorro cada perro es asignado a un oficial, el cual se encarga de convivir con el perro para obtener su confianza y fidelidad, por lo cual es raro que un perro no salga con su amo, he ahí el secreto de la obediencia. El perro no obedece ordenes, sino que escucha peticiones de un viejo amigo que conoce muy bien y al que nunca hará daño. Sinceramente algo increíble.
La exposición fue en horas de la tarde, por lo cual culminó en la noche, y sinceramente fue único ver a perros tan bien entrenados, que cualquiera podría confundir con verdaderos seres humanos, y es que estos animales son piezas fundamentales en el orden de la ciudad, en especial en la detección de drogas, cabiendo mencionar la participación de la unidad anti drogas canina, que hizo demostraciones de detección, dejando asombrado a más de uno, quedando el público sorprendido ante la inteligencia animal.
Sin duda, unos aplausos no son recompensa suficiente para estos animales, el respeto es la mejor forma de expresar nuestra admiración.
Al día siguiente, siendo un jueves caluroso me encontraba en el parque de la Democracia, donde hace unos años se cometió uno de los crímenes más deleznables de la historia de nuestra joven República, me refiero al incendio provocado por un desesperado Montesinos, que viendo perdido su despreciable régimen mandó a quemar el entonces Banco de la Nación, pereciendo cuatro trabajadores, queriendo hacer creer con sus medios comprados, que el incendio fue producto de los manifestantes en contra del régimen, felizmente se supo la verdad y hoy el espacio dejado por el Banco alberga a un bonito parque a unas cuadras de la plaza San Martín, lugar elegido para la muestra de la identidad limeña organizada por la Fundación Telefónica, y que busca encontrar una identidad, dentro de la inmensa y creciente población de nuestra variopinta ciudad.
Y las actividades, que se realizaron contaron con apoyo internacional, como por ejemplo la llamada Identidad, que es trabajo del artista argentino Fabián Nonino, que permite dibujar cualquier imagen por celular y en instantes poder verla reflejada en una pantalla enorme, que fue colocada en el parque, sin duda asombroso y la otra obra de arte, que se puede visualizar en el parque de la Democracia es la del cubano James Bonachea, quien cambia las luces del parque por luces de emergencia, lo que le da al parque y a esa zona de la ciudad una tonalidad única y surreal, lo cual da un gran atractivo visual, resaltando que estas actividades se realizaron a partir de las seis de la tarde, con el objetivo de verlas de la mejor forma posible.
Es así, que el orden público y la identidad de una ciudad fueron parte relevante de esta importante muestra, y es que una ciudad en crecimiento como Lima necesita una identidad propia, que poco a poco se va consolidando como tal, y que actividades como las mencionadas ayudan en gran parte a esto, ojalá no sean necesarias actividades de este tipo, para que los limeños tomemos identidad sobre nuestra rica cultura y ayudemos con el orden público, sino que se haga objeto común todos los días y cualquier hora, y que poco a poco todos tomemos conciencia de tener una magnífica cultura, única en el mundo, que es vista y respetada de igual a igual por sus similares.

CUENTACUENTOS, una historia digna de una obra literaria.

Imaginen una época sin televisor y sin radio. ¿Qué haríamos en esas circunstancias para matar el aburrimiento y el marasmo ?. Es dificil pensar en esto, porque es cierto que en muchos hogares de nuestra ciudad se venera ahora a la televisión y a la radio como una suerte de padres sustitutos. Lamentablemente, muchas veces, estos artefactos son los encargados de dar la educación que un padre debe dar, pero no dá por cuestiones de trabajo u otras actividades.
Quizás debamos recordar que esta época existió y no fue hace mucho, ha pasado menos de medio siglo desde que la llamada caja boba invadió los hogares limeños y peruanos, y también debemos acotar que existían muchas formas de entretener a un niño, y lo mejor era que ellos se divertían y a la vez aprendían, por lo cual tampoco tratamos de aseverar que todo tiempo pasado fue mejor, sin embargo podemos aseverar que al menos si más consecuente.
Este relato podría empezar como: érase una vez en una ciudad en plena efervescencia unos niños muy extraños, ellos, a diferencia de los niños que nacerían cincuenta años después, no conocían un maravilloso como terrible invento que haría poco pensativas sus mentes: el televisor. Y es que a estos niños les apasionaba la lectura, sus héroes no eran personajes inventados con un claro objetivo marketero, sino que se peleaban por ser el Quijote y Sancho, Sherlock Holmes y Watson y sobretodo amaban las interpretaciones que ciertos caballeros hacían. Estos caballeros creaban mundos de fantasía en base a sus historias favoritas, creando un momento máginco con la expresión de su voz, el lenguaje de su rostro y su cuerpo, y captando la atención de su público con determinados toques de sondios fabricados para ese memento. Ese momento mágico era recompensado con una pequeña propina bien merecida. Estos caballeros eran conocidos como LOS CUENTACUENTOS.
Estos fantásticos personajes, quienes generalmente eran estudiantes de literatura, se encargaban de interpretar la obra que los niños le pidiesen, como un magnífico monólogo, y era así como pasaban de ser el valiente Aquiles al malvado Lobo Feroz. También solían interpretar historias propias con lo cual encandilaban a los niños, quienes veían en ellos un claro ejemplo a seguir.
Conforme fue pasando el tiempo los Cuentacuentos adquirieron gran popularidad y se les veía en las bibliotecas y auditorios donde grandes y pequeños acudían y aplaudían. Gozaban con estos singulares personajes, que algún desorientado adulto podría tomarlos por locos. Pero muchos pensarían hoy que menos cuerdo sería estar encerrado con un aparato como una TV, pero ese es un tema que se tocará más adelante.
Si bien es cierto que las condiciones laborales permitían a los padres poder llevar a sus hijos a ver a los cuentacuentos, también es cierto que los gobiernos de aquella época promovían una mayor cantidad de lecturas a los pequeños, quienes se entusiasmaban ante esto. Esta semilla florecía en los campus universitarios, cuna de grandes literatos de los cuales hoy nos enorgullecemos.
Pero algo pasó y quizás la respuesta tenga que ver con los gobiernos militares que tomaron el poder, usaron el nuevo invento televisivo como una distracción adictivo, con lo cual los padres ahorraban en atender a los niños, y a su vez muchos eviataban sesiones de teatro y otras actvidades y les daba cierta “seguridad”, ya que no era necesario salir de casa para tener diversión, cosa que resquebrajo las relaciones familiares. Es así que los cuentacuentos vivieron su propia odisea y empezaron a escribir su propio cuento, que aún espera un final y se refugiaron en bibliotecas y salas de teatro, con contadas presentaciones, hasta que muchos tiraron la toalla ante el olvido ingrato de aquellos que habían hecho reír y que adultos no llevaban a su prole a observar lo que tanto les había dado.
Pese a esto algunos resistieron, como Job en el relato bíblico, y aún sobreviven y esperan fielmente a los niños, que son el motivo de su trabajo, aprenden nuevas técnicas para entretenerlos y se preparan para ellos. Es el caso de David Collantes, que trabaja para la Municipalidad de Santa Anita relatando cuentos infantiles en la llamada Alameda de la Cultura de este Municipio, el es estudiante de literatura de la Universidad Mayor de San Marcos y lo poco que gana le sirve para complementar su estudios, sin duda algo muy aplaudible.
Y si un niño lee esto, pues debemos decirle que lea más y que deje un rato la televisión, que tampoco queremos satanizar, porque, sino le pasará lo mismo que al pequeño Mike Tevé de la novela Charlie y la Fábrica de Chocolates, que de tanto querer estar en televisión entró dentro de una y salió pequeño como si aún siguiera en la pantalla. Así que si no desean esto, niños, a correr a la biblioteca, a leer y divertirse, desarrollar su imaginación y luego escuchar a estos simpáticos personajes que los harán, reír, gritar, llorar y un sinfín de emociones que puede crear una narración cuando está correctamente hecha.

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